A nadie le gusta pensar que su animal de compañía se está haciendo mayor pero, gracias a los cuidados veterinarios como tratamientos preventivos, higiene y alimentos de alta calidad, este momento se aleja cada vez más. Los cambios que se producen en los distintos órganos de nuestras perros y gatos, debido al envejecimiento, afectan a su salud, a su aspecto y a la relación con el resto de la familia.
Por suerte, nuestras mascotas viven cada vez más y con mejor calidad. Todo ello es debido al avance en los cuidados veterinarios geriátricos, diagnósticos y procedimientos pero, también, a la mejora en alimentación y cuidados proporcionados por sus cuidadores, aplicando tratamientos preventivos (vacunas, desparasitaciones y chequeos periódicos).
Los perros y gatos alcanzan esta etapa geriátrica según tamaños y razas pero, de forma general, podemos decir que los gatos y los perros de raza pequeña entran en esta etapa a los 10 años y las razas gigantes de perro a los 7 años. Todo ello también dependerá de la genética de cada animal, hábitos de vida, cuidados preventivos recibidos y, como no, de la alimentación que haya recibido a lo largo de su vida.
Es recomendable adelantarse a la llegada de esta etapa, haciendo más frecuentes las revisiones veterinarias preventivas a medida que van ganando edad.
Cambios estéticos
Los perros acusan antes, en su aspecto, los años cumplidos que los gatos. Estos cambios se hacen palpables en el adelgazamiento de su pelaje y la aparición de canas, además, su piel se hace más delgada y más sensible a descamaciones. Pueden aparecer verrugas y tumores cutáneos, alguno de ellos malignos.
La deshidratación y atrofia muscular, junto con el adelgazamiento progresivo, también es frecuente. En perros de raza grande pueden aparecer callos, sobre todo en la zona de los codos, por pasar más tiempo tumbados, por lo que es muy recomendable proporcionarles camas más mullidas.
Por todo esto, en esta época debemos de utilizar productos tópicos e, incluso, orales para mejorar la calidad y aspecto de la piel y el pelaje de nuestras mascotas.
Alteraciones en las articulaciones
Las alteraciones degenerativas de las articulaciones de nuestros perros y gatos –artrosis– son frecuentes en edades avanzadas, más si pertenecen a razas grandes o tendentes a padecer enfermedad de disco intervertebral.
Estas patologías producen dolor y dificultad de realizar determinados movimientos. Por ello, es importante proporcionarles una buena alimentación (sobre todo durante el crecimiento de los cachorros de razas grandes), ejercicio constante y acorde a las capacidades de nuestra mascota y mejorar medios adaptados a sus necesidades, como rampas, comederos elevados, bandejas accesibles, etc.
En caso de artrosis también podremos ayudarles con nutracéuticos y medicamentos que nos proporcionará nuestro veterinario según sea el caso.
Cada una de las etapas de la vida de nuestro perro o gato, está llena de lecciones de las que podemos aprender. Compartir con ellos su etapa de madurez y vejez es un lujo que debemos apreciar. Ellos lo han dado todo por nosotros, agradezcamos su entrega con el amor y los cuidados que necesitan.
Enfermedades dentales
La periodontitis (acumulación de sarro, inflamación e infección de las encías) es frecuente en animales de edad avanzada y causa halitosis (mal aliento), dolor y pérdida de piezas dentarias. Las enfermedades dentales pueden aparecer a partir de los dos años y son más frecuentes en razas pequeñas.
Cuando la enfermedad periodontal se instaura es necesario tratamiento quirúrgico y combatir la placa bacteriana, puesto que las bacterias pueden afectar a órganos tan importantes como el corazón, el hígado y los riñones, produciendo enfermedades en ellos.
Prevenir la enfermedad dental supone proporcionar una buena alimentación a nuestra mascota, preferiblemente seca, utilizar geles o pastas dentales que retrasen la aparición de sarro y proporcionales, como premios, barritas o láminas enzimáticas.
Afectaciones cardiacas
El corazón, órgano vital para la supervivencia de nuestros compañeros, también envejece. Su musculatura y válvulas pueden perder elasticidad, por lo que su trabajo de bombear sangre al resto del organismo será menos eficiente. Mejorar el funcionamiento cardiaco será el propósito de los tratamientos prescritos por nuestro veterinario después de la realización de pruebas específicas que determinen la necesidad de administrarlos.
Deterioro de la función renal
Los animales mayores presentan una disminución en el flujo sanguíneo de sus riñones, órgano encargado de eliminar sustancias tóxicas de su organismo. Cuando los riñones de nuestras mascotas se deterioran, beben y orinan más. Estos son signos de alerta, porque en estos momentos es posible que la función renal se haya perdido en un 75%.
Debido a esto, es muy importante chequear los riñones con análisis de sangre de forma preventiva aunque no se aprecien síntomas.
Alteraciones de la actividad y comportamiento
Cuando nuestra mascota disminuye su actividad puede deberse al envejecimiento o a una enfermedad, por lo que los chequeos regulares harán mas fácil al veterinario encontrar el motivo. Los cambios degenerativos que se producen en el sistema nervioso de los animales seniles pueden producir alteraciones del comportamiento, lo que llamamos “disfunción cognitiva”, que tiene muchas coincidencias con la enfermedad de Alzheimer en humanos.
Algunos signos de disfunción cognitiva pueden tratarse con medicación y técnicas de modificación de conducta proporcionadas por un profesional veterinario.
Incontinencia urinaria
La pérdida de orina de forma incontrolada, o involuntaria, puede deberse a una falta de estrógenos en hembras castradas y seniles, a un problema prostático en machos no castrados e, incluso, a alteraciones del comportamiento por disfunción cognitiva. Todas estas causas deben ser tratadas adecuadamente para mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas.
Es el momento de comprender que los años de compañía que nuestros peludos nos han regalado comienzan a hacer su aparición, y les debemos paciencia, cariño y comprensión por todo el amor que nos han dado a lo largo de su vida.
Pérdida de audición y visión
Los sentidos del oído y la vista también sufren degeneración y disfunción con la llegada de la vejez. La falta de audición es difícil de valorar en muchas mascotas, pero cambios de comportamiento pueden ser la clave para diagnosticarla.
El cristalino de nuestros animales mayores tiende a hacerse más opaco con el envejecimiento, se produce esclerosis nuclear, que hace que la visión disminuya, por ello es muy importante examinar los ojos en los chequeos geriátricos.
Como habéis visto, los animales mayores sufren cambios en todos sus órganos, muchos de los cuales pueden controlarse o, incluso, retrasarse con un buen chequeo geriátrico realizado de manera periódica. Debemos tener en cuenta que nuestra mascota se merece una buena calidad de vida hasta el final y podemos proporcionársela, si somos capaces de observarlos y tratarlos cuando veamos cualquier cambio en ellos. Consulta cuáles son los servicios que te ofrecemos para procurarle mayor bienestar durante su vejez.
Cada una de las etapas de la vida de nuestro perro o gato, está llena de lecciones de las que podemos aprender. Compartir con ellos su etapa de madurez y vejez es un lujo que debemos apreciar. Ellos lo han dado todo por nosotros, agradezcamos su entrega con el amor y los cuidados que necesitan.